Lesión de las poleas de los tendones flexores
La mayoría de las lesiones en escaladores se concentran en la mano y los dedos, siendo las lesiones de las poleas de los tendones flexores las más frecuentes. Las poleas son estructuras que tienen como principal función mantener los tendones flexores cercanos al hueso (falanges), permitiendo transmitir la fuerza a las articulaciones de los dedos. Los dedos que más frecuentemente sufren lesión en sus poleas son el dedo medio y el anular (dedo del anillo). Gran parte de los escaladores que sufren este tipo de lesión relatan un dolor de inicio agudo al momento de realizar un movimiento difícil, o incluso lograr escuchar un ruido leve. En la zona de la polea lesionada habrá dolor, aumento de volumen (inflamación) e incluso un hematoma (moretón). En lesiones más complejas, con rotura de múltiples poleas o en asociación con lesiones de los músculos de la mano, se puede observar un déficit en la extensión del dedo lesionado.
Al momento de ser evaluado por el médico, este realizará preguntas sobre el movimiento realizado al momento del inicio de las molestias, las cargas de entrenamiento de escalada, el tipo de entrenamiento y todo lo necesario para determinar el tipo de lesión. Además realizará un examen físico detallado del lugar donde se refiere la lesión, y la mayoría de las veces solicitará una imagen de apoyo para confirmar y especificar el diagnóstico. Esta imagen puede ir desde una radiografía o ecografía de la zona afectada, hasta una resonancia magnética nuclear, en caso de que el médico lo estime necesario para determinar el diagnóstico.
El tratamiento de estas lesiones depende de la polea lesionada y de cuantas han sido afectadas. En rupturas simples se usa generalmente el tratamiento conservador, es decir, no intervenir quirúrgicamente, aplicándose inicialmente el manejo agudo de lesiones, en sus siglas en ingles RICE (Reposo- Hielo-Compresión- Elevación), para luego dar inicio al tratamiento a largo plazo. En el caso de ser una ruptura múltiple, probablemente sea necesario realizar una intervención quirúrgica.
Es importante recalcar que la rehabilitación kinésica es esencial en este tipo de lesiones (como en la mayoría), ya que de no realizarse pueden quedar secuelas, especialmente una disminución en el rango de movilidad del dedo lesionado.
Por último mencionar la paciencia que necesita tener el deportista lesionado, ya que la recuperación completa puede durar hasta 6 meses, reintegrándose a la escalada de forma progresiva y supervisada.
Matías Morán Bravo
Médico- Cirujano PUC.
Médico Área Medicina Deportiva CDUC.
Miembro Sociedad Chilena de Medicina del Deporte.
matias@ejercicioysalud.cl