21 de abril de 2008

BULDER - SEGURIDAD EN LAS CAIDAS

Fuente: www.desnivel.com

La seguridad debe ser la principal preocupación de todo practicante del búlder, y, aunque las posibilidades de que una sesión de bloque acabe en un funeral son prácticamente nulas, tobillos dislocados o huesos rotos son bastante comunes.

Si bien es cierto que la escalada en bloques lleva practicándose desde hace muchas décadas, nunca se ha tenido muy en cuenta el importante asunto de la seguridad.
En el búlder, prácticamente en todas las caídas te vas al suelo, por ello, lo primero que debemos tener en cuenta es cómo es el suelo que rodea el bloque. Una zona de aterrizaje será buena si es plana o tan solo ligeramente inclinada, libre de obstáculos y relativamente blanda (por ejemplo arena o tierra, no una placa de roca o un camino asfaltado).Con un buen terreno para caer, normalmente uno saltará primero con los pies y hacia una colchoneta. Cuando caigas, absorbe el impacto con las piernas como hace un esquiador con un bache y, en casos extremos, rueda con las piernas totalmente dobladas, los talones en el trasero y las rodillas en la barbilla. Si tu cuerpo cae de lado sobre una buena zona, no serás capaz de absorber el impacto con las rodillas, en vez de eso, rueda con la fuerza de la caída como un maestro de judo. Para ello asegúrate de que la zona está libre de obstáculos antes de ponerte a escalar; no es necesario que arrolles esa cerveza medio vacía, tu equipo de música, ni que acabes en ninguna mierda de perro.En bloques que no sean verticales, puede ser que golpees la pared según caes. Impúlsate entonces hacia afuera de manera que aterrices en la base de la roca. En placas inclinadas (60 grados o menos), puedes girarte y correr hacia abajo, pero asegúrate de que tienes espacio para correr después de llegar al suelo.¡Atención!: una buena zona de aterrizaje no es garantía de una caída segura. La cara norte del Mushroom Boulder, en Hueco Tanks, tiene una de las zona más planas y blandas de los alrededores y muchos escaladores se han roto las muñecas al caer allí. Dos escaladores incluso se rompieron ambas muñecas. No tomes las buenas zonas de caída como totalmente seguras, mantén un respeto hacia todo tipo de riesgo relativo al búlder. Siempre que sea posible, utiliza un asegurador y una colchoneta.

Malas Caídas
Existen fanáticos que creen que una caída peligrosa añade "chispa" a un búlder, aumentando la secreción de adrenalina y la sensación de felicidad si se tiene éxito, además, algunos de los mejores búlders del mundo tienen malas caídas. Hay dos métodos básicos de tratar los búlders con malas caídas: escapar o negociar con ellos.Escapar también se conoce como prudencia, y no es una mala cualidad. Sé honesto contigo mismo y con tu capacidad. Caer de cabeza en un montón de bloques sueltos es un mal método para descubrir que no se está preparado para realizar un determinado paso. Los problemas de búlder desaparecen por la noche en muy contadas ocasiones, por lo que siempre puedes volver más tarde. Por cada maldito problema de búlder que he hecho, he visto docenas que jamás intentaría porque el riesgo era demasiado grande.
Negociar con ellos implica analizar cuidadosamente la zona y dirección de la caída. Lo primero que hay que mirar es si la columna vertebral o la cabeza golpearán contra algo. Si es así, protege esa superficie, advierte a tu asegurador y/o lleva un casco. Después mira si hay alguna rama que te pueda empalar, raíces en las que torcerte un tobillo, zonas escalonadas, paredes adyacentes u otros bloques de los que te tienes que apartar.En caídas extremadamente inciertas merece la pena no caer, pero a veces uno se puede ver forzado a ello. Prefiero no utilizar colchoneta, para ver exactamente dónde iré a parar, fijarme en la zona superior de una piedra plana y sólida o caer encima de la raíz de un árbol si es necesario.Si una zona de aterrizaje no está compuesta de piedras sueltas y no hay ninguna zona segura de tierra o piedras lo suficientemente grandes sobre los que caer, entra en juego la "carrera sobre bloques". Consiste en caer o saltar desde un paso, entonces correr de puntillas sobre las zonas superiores de las piedras cercanas a gran velocidad hasta que estés en lugar seguro o puedas pararte.Generalmente esta técnica es arriesgada: un paso en falso y puedes romperte una pierna. Aun así, es una táctica desesperada que se pone en práctica cuando uno se encuentra en lugares así. Si piensas que ésta es tu única oportunidad de sobrevivir a una caída, te recomiendo que te olvides de la colchoneta y del asegurador y que estés preparado para bailar.

Aseguramiento

Estrategia empleada para interrumpir la caída de un escalador y guiarle hasta una zona segura. El aseguramiento es una técnica que lleva un tiempo dominar. Como asegurador, eres en quien tus amigos confían su seguridad. No es un juego, es un deber sagrado.Una buena predisposición es la característica más importante de un buen asegurador. Muchas primeras ascensiones se hicieron tan solo porque el escalador tenía un asegurador incondicional que se tomó con seriedad su papel. Esa actitud de "te aseguro en tu proyecto si tú me aseguras en el mío", sólo genera aseguramientos poco efectivos.

Las prioridades del asegurador son, en este orden:
1-Proteger la cabeza y columna vertebral del escalador. Mejor un tobillo roto que un cráneo roto.
2-Conducir al escalador a una zona de caída segura.
3-Interrumpir la caída del escalador. Absorbiendo parte de la fuerza de la caída, el asegurador minimiza la fuerza del impacto final del escalador.
4-No interferir en la ascensión. El asegurador debe interferir en la caída, no en la ascensión. Evita tocar al escalador mientras esté escalando.


Vigilando al Escalador:
Cuando asegures, fíjate en el centro de gravedad del escalador. En la mayor parte de los hombres está situado unos centímetros bajo la cintura. En las mujeres se suele encontrar en la línea del cinturón. Si ves caer este punto rápidamente, seguramente es porque te toca hacer tu trabajo. Muchos aseguradores cometen el error de mirar a las manos o los pies del escalador, que tienen tendencia a moverse rápidamente y dar la impresión de que el escalador cae, cuando realmente él o ella está colgando y dejándose el pellejo para acabar el paso. Si agarras a la persona en este punto, sin duda te dará una patada en el culo. La tentación de mirar a las manos y ver cómo van las secuencias de pasos es bastante grande, pero si quieres hacer eso, hazle un favor a tu amigo y permite que asegure otra persona.Uno debe permanecer alerta en todo momento: las caídas inesperadas son siempre las peores.




Diego Marsella